La escritura se constituye en una primera tecnología, donde la palabra es la unidad de sentido, y sus modos de articulación su engranaje para la comprensión. Las formas de la escritura crítica responden por un lado a la valoración de la palabra como técnicaLa técnica: <es.wikipedia.org> que puede ser aprendida; y por el otro, al uso social y cultural de dicha práctica que es lo que convierte a la escritura crítica en una tecnologíaLa tecnología: <es.wikipedia.org> de la palabra.
La crítica, entonces se constituye en los procesos socioculturales, políticos e históricos, y se expresa en lo simbólico que deviene escritura.
Walter Ong, lingüista y filósofo inglés, en su libro Oralidad y Escritura. Tecnologías de la palabra (1987), plantea que la escritura transforma el pensamiento del hombre, su funcionamiento y sus posibilidades expresivas y desarrollistas, constituyéndose de este modo como la técnica más importante para la evolución humana.
La escritura requiere de: un aprendizaje, herramientas que la acompañen (plumas, lapiceras, teclados), y dominio de grafías y significados.
Saber ordenar los procesos, se torna un desafío que demanda el conocimiento de una serie de reglas espaciales propias de cada cultura. Del mismo modo la escritura crítica y analítica de las disciplinas artísticas nos propone una serie de genealogías y formas que podemos denominar “Tipologías Críticas”.