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7. Química nuclear

Objetivos

• Adquirir y emplear el vocabulario básico relacionado con el concepto de radiactividad.
• Reconocer las diferencias entre las reacciones nucleares y las reacciones químicas.
• Interpretar las transformaciones nucleares acompañadas por emisiones alfa, beta y gamma. Representar estas transformaciones mediante ecuaciones.
• Diferenciar la fisión nuclear de la fusión nuclear.
• Conocer los riesgos biológicos de la exposición a la radiación.

7.1. Descubrimiento de la radiactividad

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En las unidades anteriores se estudiaron trasformaciones químicas. En ellas solo los electrones están involucrados: se reordenan de tal manera que rompen y/o forman nuevos enlaces entre los átomos del sistema. Pero los núcleos de los átomos permanecen ajenos, sin cambios, durante las reacciones químicas. Sin embargo, existen transformaciones que involucran a los núcleos y que corresponden a la química nuclear. Todos los elementos, excepto el hidrógeno, se originaron por transformaciones nucleares.

El planeta Tierra ha sido radiactivo desde su formación hace 4500 millones de años. En realidad, la edad de la Tierra puede calcularse analizando su radiactividad, particularmente la transformación de uranio en plomo. Hemos oído y leído sobre desastres humanitarios relacionados con la radiación, pero también sabemos de sus aplicaciones médicas, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de diversas enfermedades. Comenzaremos esta unidad con una breve introducción histórica de cómo se descubrió que ciertos elementos tienen núcleos atómicos inestables, los cuales transmutanN transformándose en otros elementos.

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Como ha sucedido muchas veces en la historia de la ciencia, algunos hallazgos se producen mientras se está investigando un problema o fenómeno diferente. Cuenta la historia que Henri BecquerelN estudiaba minerales suponiendo que algunos de ellos, si eran iluminados con la luz del sol, podrían emitir luz más tarde. Esta propiedad, llamada fosforescencia, ya había sido utilizada por los romanos para disponer de fuentes de luz durante la noche. Como estas investigaciones transcurrían en París durante el invierno, la luz del sol era escasa y Becquerel decidió posponer sus ensayos. A la espera de días soleados, guardó un trozo del mineral de uranio con el que estaba trabajando en un cajón, envuelto en una tela oscura junto con papel fotográfico y una cruz de Malta hecha en cobre. Varios días después encontró con sorpresa que la imagen de la cruz de Malta estaba impresa en el papel fotográfico sin haber estado expuesto a la luz solar. Concluyó que era el mineral de uranio el que había emitido radiación (el que “fotografió” a la cruz de Malta) (Gráfico 7.1). Repitió el experimento y siempre obtuvo el mismo resultado. De esta manera Becquerel descubrió la radiactividadN . Luego encomendó a su estudiante de doctorado, Maria Salomea Sklodowska, seguramente más conocida como Marie CurieN , que continuara con estos estudios sobre el uranio. Ella encontró que el torio se comportaba del mismo modo que el uranio, y trabajando en colaboración con su esposo, Pierre CurieN, hallaron además otros dos elementos radiactivos a los que llamaron polonio (por su Polonia natal) y radio (Ra) (Gráfico 7.2).

Gráfico 7.1. Efecto de la radiación emitida por un mineral de uranio sobre papel fotográfico
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La cruz de Malta fue “fotografiada” por la radiación que recibió del mineral de uranio con que trabajaba Becquerel.

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Los experimentos realizados por Becquerel y los esposos Curie les valieron a los tres el premio Nobel de Física de 1903. En 1899, André DebierneN, que trabajaba con los Curie, descubrió otro elemento radiactivo, el actinio. También en 1899, Ernest RutherfordN comenzó a investigar la naturaleza de los rayos emitidos por el uranio y encontró que, al emitir esos rayos, el uranio se transformaba en otro elemento. Trabajando en colaboración con Frederick SoddyN, desarrollaron una teoría para explicar estas transformaciones de los núcleos atómicos a la que llamaron decaimiento radiactivo. Tal vez la conclusión conceptualmente más importante de sus hallazgos es que el núcleo atómico no es indivisible. Hallaron además que la radiación emitida por el uranio y otros elementos radiactivos es bastante compleja. Para Rutherford, estas emisiones estaban constituidas principalmente por tres tipos de radiación, a las que llamó alfa (α), beta (β) y gamma (γ). Desde entonces se han encontrado otras formas de radiación además de las descubiertas en el laboratorio de Rutherford. También determinó que la radiación alfa consiste en partículas de carga positiva y la beta en partículas con carga negativa, mientras que la gamma es radiación electromagnética de altísima energía. Es esta radiación la causante de las imágenes que observó Becquerel. Superando varias dificultades experimentales, se demostró además que las partículas alfa consisten en núcleos de átomos de helio (He+2). Estos experimentos demandaron del trabajo de muchos científicos reconocidos.

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Para ampliar
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Hecht, E. (1987), Física en perspectiva, Addison Wesley, Wilmington, Capítulo 10.

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Cuando se produce una descomposición radiactiva, el tipo de átomos resultante, la velocidad con que se produce y las cantidades finalmente obtenidas dependen de cuál fue el núcleo original que sufrió la descomposición. Algunos núcleos se desintegran con rapidez, mientras que otros son relativamente estables. Sin embargo, la mayoría de los procesos de transmutación tienen una cosa en común: todos emiten radiación alfa (núcleos de He). Por lo tanto, los científicos de esa época se preguntaron: ¿por qué siempre se generan núcleos de helio en los procesos de transmutación de núcleos inestables? Tampoco se sabía por qué algunos núcleos eran estables y otros no. El descubrimiento del neutrón aportó parte de las respuestas pendientes. En 1934, la primogénita de los Curie, Iréne, y su esposo Frédéric JoliotN descubrieron que la radiactividad puede ser producida artificialmente.N Al igual que Pierre y Marie, esta pareja también obtuvo el premio Nobel por sus descubrimientos. Estos hallazgos desencadenaron una serie de progresos en el ámbito de las transformaciones nucleares, como la fisión y la fusión nuclear.

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A continuación, se presentarán en forma más detallada las respuestas a las preguntas planteadas. Para ello se considerará el modelo atómico actual estudiado en la Unidad 2.

7.2. Transformaciones nucleares

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Los apartados siguientes tratarán las consecuencias de la inestabilidad de ciertos núcleos y las transformaciones que se derivan de ello. Se describirán, por último, los principales tipos de desintegración nuclear.

7.2.1. Nucleones e isótopos

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Protones y neutrones se denominan nucleones por formar parte del núcleo atómico. Es necesario considerar cómo se mantienen unidos los protones, teniendo en cuenta el tamaño del núcleo atómico, ya que todos tienen carga eléctrica positiva y, por lo tanto, experimentan una fuerte repulsión mutua. Se llama fuerza nuclear fuerteN a la fuerza que mantiene unidas a las partículas de los núcleos atómicos. Estas fuerzas son relevantes, es decir, predominan por sobre otras fuerzas cuando la distancia entre partículas es muy corta, como ocurre dentro del núcleo atómico. En particular, para que la fuerza nuclear fuerte sea efectiva, las partículas involucradas deben estar a distancias menores a 10-15 metros. A distancias mayores, la intensidad de estas fuerzas decae rápidamente y otras fuerzas –como las electrostáticas– pasan a ser las dominantes. En otras palabras, la fuerza nuclear fuerte es de muy corto alcance, mientras que las interacciones electromagnéticas o gravitatorias son de largo alcance (Gráfico 7.3). La otra característica diferencial de la fuerza nuclear fuerte es que ocurre entre protones, entre neutrones o entre protones y neutrones. O sea, es una fuerza propia de los nucleones, que no existe entre otro tipo de partículas.

Gráfico 7.3. La fuerza nuclear fuerte es de muy corto alcance
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  1. Dos protones se repelen a distancias considerables por la interacción electrostática.
  2. Dos protones se atraen por la interacción nuclear fuerte si están muy cerca uno del otro.
  3. Un neutrón se atrae con un protón cercano.
  4. Dos neutrones cercanos se atraen.

Nota: flechas blancas, interacción electrostática; flechas negras, interacción nuclear fuerte. Los tamaños de las fuerzas están a escalas (la fuerza nuclear fuerte supera en mucho a la repulsión electrostática).

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Lectura recomendada
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En el siguiente link está disponible un artículo de divulgación sobre “Modelo estándar de física de partículas” (agosto de 2015), de Andrés Macho Ortiz, Investigador Junior del Centro de Tecnología Nanofotónica de Valencia, Universitat Politècnica de València.

<http://oa.upm.es/37502/1/Modelo%20estandar.pdf>

Texto

Como se vio en la Unidad 2, todos los átomos de un mismo elemento contienen el mismo número de protones. Además, si el átomo es neutro, el número de electrones es el mismo que el de protones. Sin embargo, el número de neutrones de los núcleos de un mismo elemento puede variar, dando lugar a sus diferentes isótopos (ver Unidad 2). Es importante saber que no todos los isótopos de un elemento son igualmente estables. Por el contrario, la mayoría de los elementos tienen uno o más isótopos inestables que se encuentran en la naturaleza en muy baja proporción, en comparación con sus isótopos estables. En este apartado se describirá qué características de un núcleo lo vuelven inestable.

7.2.2. Inestabilidad nuclear

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Un núcleo atómico es inestable si las repulsiones entre sus nucleones superan a la fuerza nuclear fuerte. Cuando esto sucede, más temprano o más tarde, el núcleo termina desintegrándose de manera espontánea. Al sufrir esta desintegración, además, emite rayos alfa, beta y/o gamma. Se dice que un núcleo es radiactivo, o que es un radionúclido, si se desintegra espontáneamente.

La proporción entre los protones y neutrones de un núcleo influye en su estabilidad o inestabilidad. A medida que aumenta el número de protones se requieren más y más neutrones para lograr un núcleo estable. En general, los elementos de los tres primeros períodos de la tabla periódica tienen isótopos estables, con un número de protones igual o muy similar al número de neutrones. Esta proporción se va perdiendo para los elementos más pesados, por lo que se requiere una proporción cada vez mayor de neutrones para alcanzar la estabilidad. En el Gráfico 7.4 se representa el número de neutrones frente al número de protones para los isótopos estables de los distintos elementos. La zona coloreada en amarillo corresponde a una situación de estabilidad. A medida que aumenta el número atómico Z, la zona de estabilidad se desvía más y más de la situación en la que el número de protones es igual al número de neutrones, señalada en el gráfico con una recta a 45° (es decir número de protones = número de neutrones).

Gráfico 7.4. Banda de estabilidad nuclear
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A mayor Z, el número de neutrones requerido para estar en la zona de estabilidad supera al número de protones.

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En el gráfico se puede observar la proporción entre protones y neutrones que resulta en núcleos inestables. También se ve que no existen núcleos estables a partir del elemento bismuto (elemento con Z = 83). De ahí en más, todos los elementos son radiactivos.

7.2.3. Tipos de desintegración radiactiva

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Tal como fue postulado por Rutherford, los tipos principales de emisiones producidas en las descomposiciones radiactivas son tres: rayos \(\alpha\) (alfa), \(\beta\) (beta) y \(\gamma\) (gamma). Cada una de estas emisiones difiere de las restantes por su carga, su masa o su poder relativo de penetración (Gráfico 7.5). Es decir, cuando un núcleo inestable se transforma en otro, lo hace en la mayoría de los casos emitiendo una o varias de estas tres radiaciones. Sin embargo, el tipo de emisión observado para un mismo núcleo inestable es siempre el mismo y está relacionado con la causa de inestabilidad nuclear. Por ejemplo, un núcleo con déficit de neutrones va a emitir partículas alfa.

Gráfico 7.5. Poder de penetración de la radiación
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El poder de penetración difiere según el tipo de radiación o de partícula.

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El poder de penetración de la radiación está relacionado con la capacidad de esta para atravesar materiales. Por ejemplo, la radiación \(\alpha\) es la menos penetrante. Unas cuantas hojas de papel son suficientes para detenerla. Una lámina delgada de aluminio detiene a la radiación \(\beta\) y hace falta una pared de plomo para detener la radiación \(\gamma\). En la Tabla 7.1 se resumen las principales propiedades de los tres tipos de radiación.


Tabla 7.1. Principales características de las radiaciones \(\alpha, \beta \text { y } \gamma\)

Radiación

Naturaleza

Carga*

Masa**

Simbología

Poder de penetración

Alfa

Núcleo de helio

+2

6,65 x 10-24

\(\alpha \text{, } \ ^4_2He \text{, } \ _2He^{+2}\)

Poco

Beta

Electrones

-1

9,11 x 10-24

\( e^- \text{, } \ _{-1}e^0 \text{, } \ _\beta\)

Regular

Gamma

Radiación electromagnética

0

0

\(\gamma \)

Mucho

* La masa está expresada en gramos.

** Una unidad de carga representa 1,6 x 10-9 Coulomb, que es la carga de un protón expresada en Coulombios.

Fuente: elaboración propia.

 

Cuando la desintegración de un núcleo es acompañada por emisión \(\alpha\) o \(\beta\) se genera un nuevo núcleo con diferente número de protonesN, llamado núcleo hijo. Es decir, se generan átomos de otro elemento distinto al de partida. En la emisión de partículas \(\alpha\) (núcleos de átomos de helio) se genera un núcleo hijo con cuatro unidades menos de número másico y dos unidades menos de número atómico (Gráfico 7.6).

Gráfico 7.6. Desintegración con emisión de partículas alfa
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Las descomposiciones radiactivas con emisión de partículas alfa dan cuenta de la mayor parte de los átomos de helio presentes en la Tierra. Estos átomos son abundantes en las estrellas, donde se forman por un proceso distinto, la nucleosíntesis. La emisión alfa es típica de los átomos muy pesados; por este motivo suele encontrarse helio asociado a depósitos de uranio o torio. Esta transformación también se puede representar mediante una ecuación:

 

\(_Z^AX \to \text{ } _{Z-2}^{A-4}Y \text{ + } _2^4He\)(7.1)

 

La ecuación 7.1 representa sucintamente toda la descripción dada antes en palabras. Además, muestra que la suma de los números másicos de los átomos presentes a la derecha de la flecha (productos de la desintegración) debe ser igual al número másico del átomo a la izquierda de la flecha. Lo mismo pasa con los números atómicos. Podemos ejemplificar la desintegración anterior con el uranio, el más conocido de los elementos radiactivos (Gráfico 7.7).

Gráfico 7.7. Desintegración del 235U
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\(^{235}_{\ \ 92}U \to \text{ } _{2}^{4}\alpha \text{ + } _{\ \ 90}^{231}Th\)(7.2)

Texto

En el caso de la emisión betaN, se generan electrones de alta energía a costa de la transformación de un neutrón, transformación que puede resumirse como:

Texto

\(^1_0n \to \text{ } _1^1p \text{ + } ^{\ \ \ 0}_{-1}e\)(7.3)


Cuando esta transformación le ocurre a un núcleo específico, como por ejemplo el \(^{131}_{\ \ 53}I\), la ecuación que la representa es:

 

\(^{131}_{\ \ 53}I \to \text{ } _{\ \ 54}^{131}Xe \text{ + } ^{\ \ \ 0}_{-1}e\)(7.4)

 

En el caso de la desintegración gamma, no hay cambio en el número de protones ni de neutrones del núcleo afectado. Lo que hay es una liberación de radiación electromagnética de alta energía. En general, la emisión de rayos gamma acompaña a las otras transformaciones nucleares. Para dar una descripción completa de los tipos de desintegración que pueden sufrir los núcleos inestables, se incluyen la captura electrónica y la emisión de positrones, que se representan por las siguientes ecuaciones:

 

Emisión de positrón \(^A_ZX \to \text{ } _{Z-1}^{\ \ \ \ \ A} Y \text{ + } ^{\ \ \ 0}_{+1}e\)(7.5)

 

Captura electrónica \(^A_ZX \text{ + } _{-1}^{\ \ \ 0} e \to \text{ } ^{\ \ \ \ \ A}_{Z-1}Y\)(7.6)

 

Un positrón tiene la misma masa que un electrón, pero carga positiva, de allí que se representa mediante el símbolo \(_{+1}^{\ \ \ 0}e\). También se lo llama partícula beta positiva, β+. Si analizamos qué ocurre en estas dos transformaciones, podemos resumirlo como:

 

Emisión de positrón  \(^1_1p \to \text{ } _0^1n \text{ + } ^{\ \ \ 0}_{+1}e\)(7.7)

 

Captura electrónica \(^1_1p \text{ + } _{-1}^{\ \ \ 0}e \to \text{ } ^1_0n\)(7.8)

A
Para ampliar
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7.2.4. ¿Qué tipo de desintegración le ocurrirá a un núcleo inestable?

Texto

El Gráfico 7.4 permite razonar acerca de qué tipo desintegración ocurrirá en un núcleo que no es estable, es decir, en un núcleo que está por fuera de la zona o cinturón de estabilidad. ¿Qué podría esperarse de un isótopo con exceso de neutrones? Si bien esta información está incluida en el gráfico, sería interesante razonarla. El exceso de neutrones puede corregirse por emisión beta, avanzando así hacia el cinturón de estabilidad. Muchas veces sucede que la estabilidad no se alcanza con un solo paso de desintegración y entonces tienen lugar varias desintegraciones sucesivas hasta alcanzar un núcleo estable. Estas secuencias de desintegraciones se denominan series radiactivas. En el Gráfico 7.8 se representa a modo de ejemplo la serie de desintegración del \(_{\ \ 92}^{238}U\).

Gráfico 7.8. Serie radiactiva del \(_{\ \ 92}^{238}U\)
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P
Para reflexionar
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La desintegración de un núcleo puede ser espontánea, pero también puede inducirse mediante el bombardeo con partículas alfa o con neutrones. Estas estrategias se han utilizado para la preparación artificial de ciertos núcleos que no existen en la naturaleza.

7.2.5. La velocidad de las desintegraciones

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El otro aspecto importante, además del tipo de emisión que acompaña a una desintegración radiactiva, son los tiempos de la desintegración. Cada descomposición ocurre, en promedio, en un tiempo característico. El conocimiento de estos tiempos característicos puede utilizarse, entre otras cosas, para datar residuos fósiles; por ejemplo, para saber en qué época vivió un dinosaurio del cual solo quedan unos pocos huesos fosilizados. En este caso, las determinaciones se basan en la cantidad del isótopo de carbono con número másico 14 (14C) que hay en el material cuya antigüedad se quiere determinar. Cuando un animal o una planta está vivo, tiene una proporción de 14C igual a la de la atmósfera, donde el elemento carbono se encuentra formando CO2. Sin embargo, cuando el animal o la planta mueren, deja de adquirir CO2 de su entorno y el 14C que formaba parte de su organismo comienza a transmutar a nitrógeno. La reacción nuclear que explica la disminución de 14C en el organismo muerto es la siguiente:

 

\(^{14}_{\ \ 6}C \to \text{ } _{\ \ 7}^{14}N \text{ + } ^{\ \ \ 0}_{-1}e\)(7.9)

 

Conociendo la cantidad de 14C presente inicialmente, la velocidad de la descomposición de este isótopo y la cantidad de 14C presente en la pieza en la actualidad, es posible calcular el tiempo transcurrido desde que ese ser vivo dejó de incorporar carbono a su organismo. Dado que en realidad no se conoce exactamente la cantidad inicial de 14C, se asume que es igual a la cantidad actualmente presente en la atmósfera. Esta suposición es válida si el tiempo transcurrido desde el deceso del organismo en cuestión es inferior a 50 mil años. Para datar cosas más antiguas se usa la velocidad de desintegración de 238U a 206Pb.

Para detectar y medir la radiación de un objeto se utilizan diversos aparatos. Uno de los más conocidos es el contador Geiger, que emplea la capacidad de la radiación de ionizar los materiales con los que interacciona. Esta ionización genera corrientes eléctricas que pueden ser detectadas por los dispositivos electrónicos.

A
Para ampliar
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Los textos disponibles en los siguientes links permiten entender cómo se utiliza en medicina la medición de la radiación para seguir la ruta de moléculas formadas por algún átomo radiactivo.

“Medicina nuclear”

<https://www.nibib.nih.gov/sites/default/files/Medicina%20Nuclear.pdf> [Consulta: 8 de agosto 2017].

Radiofármacos en medicina nuclear: fundamentos y aplicación clínica

<http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/46740/Documento_completo.pdf?sequence=1> [Consulta: 8 de agosto 2017].

7.3. La masa y la energía

Texto

Una de las ecuaciones más famosas de la Física y que ya fue mencionada en la Unidad 1 es:

 

\(E_0 = mc^2\)(7.10)

 

Esta ecuación fue planteada por Einstein en su teoría de la relatividad y establece que la masa es una forma de energía y, por lo tanto, pueden interconvertirse. En particular la fórmula indica la equivalencia entre la energía en reposo de un sistema, E0, y su masa, m. La constante c que aparece en la ecuación es la velocidad de la luz en el vacío (3 x 108 m/s).

De acuerdo con la fórmula de Einstein, cuando un sistema se transforma e intercambia energía tiene que tener un cambio en su masa. Si gana energía su masa se incrementa y si pierde energía su masa disminuye. Sin embargo, debido a que la velocidad de la luz es un número tan grande, y como además aparece elevado al cuadrado en la ecuación, se necesita un cambio de energía muy grande para producir un cambio apreciable en la masa. Así, por ejemplo, aunque algunas reacciones químicas desprenden energía en forma de calor (como las reacciones de combustión), la cantidad de energía puesta en juego no es suficiente para producir un cambio medible en la masa. Las mejores balanzas son capaces de detectar variaciones de masa de 0,01 miligramo. Pero la energía liberada en una reacción química no alcanza, ni remotamente, para producir este cambio en la masa. La situación es distinta en el caso de las reacciones nucleares, que ponen en juego cantidades de energía muchísimo mayores que las de las reacciones químicas.

7.3.1. Defecto de masa

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El análisis de la masa de un núcleo estable como el de 4He permitió comprobar que es menor que la suma de las masas de los dos protones y los dos neutrones que forman dicho núcleo. Esta pérdida de masa observada en la formación de los núcleos estables se llama defecto de masa y está relacionada con la interconversión de masa en energía planteada en la ecuación de Einstein. Así, la masa en defecto corresponde a la energía que fue liberada al formarse el núcleo, que a su vez es igual a la energía que hay que entregarle para desintegrarlo en dos protones y dos neutrones. A esta energía se la denomina energía nuclear de enlace y es una medida de la estabilidad del núcleo. A mayor energía nuclear de enlace, más estable es el núcleo considerado. Cuando la energía nuclear de enlace se divide por el número de nucleones involucrados, se obtiene la energía media de enlace por nucleón que permite comparar la estabilidad de distintos núcleos (Gráfico 7.9).

Gráfico 7.9. Energía media de enlace por nucleón
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Fuente: Brown, Le May y Bursten (2009: 913).

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El Gráfico 7.9 permite observar que la energía de enlace por nucleón crece a medida que aumenta el número másico hasta, aproximadamente, el valor de A = 56 y luego comienza a decrecer. Esto nos muestra que los núcleos con A < 56 pueden ganar estabilidad uniéndose a otros núcleos; y que los núcleos con A > 56 ganan estabilidad rompiéndose en fragmentos más pequeños. El primer proceso recibe el nombre de fusión nuclear y el segundo el de fisión nuclear.

Cuando un sistema pasa de una situación de menor estabilidad a una de mayor estabilidad lo hace cediendo energía. Esto ocurre porque los estados comparativamente más estables siempre son los de menor energía. Por ello, cuando ocurren procesos como la fusión nuclear o la fisión nuclear, que llevan a la formación de núcleos más estables, se liberan grandes cantidades de energía.

7.3.2. Fisión nuclear

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La fisión nuclear es el proceso de obtención de energía en el que se basan los armamentos y las centrales nucleares, y consiste en la división de un núcleo atómico. Esta división es inducida externamente en algunos núcleos inestables como 235U, cuyas interacciones atractivas debidas a la fuerza nuclear fuerte son solo ligeramente mayores que las interacciones repulsivas. En el caso del 235U, el choque con un neutrón es suficiente para desencadenar el proceso de fusión que tiene distintos productos (serie radiactiva), dando una combinación de núcleos más pequeños (Gráfico 7.10).

Gráfico 7.10. Fisión del 235U
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\(^1_0n + \text{ } ^{235}_{\ \ 92}U \left\{ \frac{\to \text{ } ^{137}_{\ \ 52}Te \text{ + } ^{97}_{40}Zr \text{ + } 2^1_0n} {\to \text{ } ^{141}_{\ \ 56}Ba \text{ + } ^{91}_{36}Kr \text{ + } 3^1_0n} \right\} \)(7.11)

Fuente: Brown, Le May y Bursten (2009: 914).

Texto

En el Gráfico 7.10 se muestran algunos de los productos obtenidos por esta fisión (solo los más importantes). En realidad, los productos son muchos más que los allí mostrados: se ha determinado que se forman diferentes isótopos de 35 elementos, lo que conduce a más de 200 núcleos distintos (muchos de ellos inestables). Un aspecto interesante de este proceso es que los neutrones liberados en la fisión de un núcleo de 235U sirven para desencadenar nuevas fisiones de los núcleos de 235U que quedan sin descomponer, si es que se encuentran en una cantidad apreciableN. Se da entonces un proceso en cadena en el que se libera una enorme cantidad de energía (Gráfico 7.11). Tales reacciones son las que proporcionan la energía de los reactores nucleares.

Gráfico 7.11. Reacción de fisión en cadena
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Fuente: Brown, Le May y Bursten (2009: 914).

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Audiovisual
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Las siguientes animaciones muestran la reacción en cadena.

 

<https://www.youtube.com/watch?v=7T7iPySQkj0> [Consulta: 28 de agosto 2017].
A
Para ampliar
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En las siguientes páginas hay una descripción del accidente nuclear de Fukushima y de los efectos de la radiación sobre la flora y la fauna. A su vez se mencionan los lugares más radiactivos del mundo.

 

<https://www.youtube.com/watch?v=Na9xJMnBUTM> [Consulta: 8 de agosto 2017].

7.3.3. Fusión nuclear

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El Gráfico 7.9 muestra que la transformación de núcleos livianos en otros más pesados, la fusión de núcleos, va acompañada de la emisión de una gran cantidad de energía (aún más que la fisión). Para que la fusión de dos núcleos tenga lugar, es necesario que estos colisionen a altísimas velocidades. Esta situación es muy difícil de lograr (y controlar) en un laboratorio. Es por ello que no existen reactores nucleares basados en la fusión nuclear. Sin embargo, estas colisiones tan violentas ocurren en el Sol y en otras estrellas que se encuentran a muy altas temperaturas. A la fusión que ocurre en estas condiciones de temperatura se la llama fusión termonuclear (Gráfico 7.12).

Gráfico 7.12. Fusión nuclear
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Las condiciones para la fusión se dan en el Sol y en otras estrellas, pero son difíciles de recrear en los laboratorios.

A
Para ampliar
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7.4. Efectos biológicos de la radiación

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La energía liberada en las trasformaciones nucleares puede cambiar la energía de los electrones presentes en los átomos y moléculas que forman las células, y también puede ionizarlos. En el segundo caso, la radiación se llama radiación ionizante y es más perjudicial para los seres vivos que la radiación que solamente promueve los electrones a niveles más altos de energía o que aumenta la energía de vibración, rotación o traslación de las moléculas (radiación no ionizante).

Al irradiar células, tejidos u organismos, las moléculas de agua son las que absorben la mayor parte de la energía, simplemente porque son las moléculas más abundantes en los seres vivos. Debido a esta preponderancia, se toma como valor de referencia para considerar la peligrosidad de una radiación a la energía necesaria para producir la ionización de las moléculas de agua. Este valor es 1216 kJ por mol de moléculas de agua. Tanto la radiación alfa, como la beta, la gamma, los rayos X y parte de la radiación UV pueden proporcionar esta energía y aún más. Se genera una gran cantidad de iones que supera con amplitud a la cantidad naturalmente presente en las células. Esta energía es transmitida luego a otras moléculas presentes en la célula, generando alteraciones y/o produciendo fragmentos moleculares altamente reactivos llamados radicales libres. Se trata de átomos o moléculas que contienen un electrón desapareado de una capa externa. Este electrón desapareado es la causa de la altísima reactividad de los radicales libres, que tienden a unirse con casi cualquier otro átomo o molécula cercano para aparear dicho electrón. Para tomar como ejemplo, podemos analizar los efectos que los radicales libres tienen en el ADN. El agua puede generar radicales libres, que son los que reaccionan con las macromoléculas, pero también la radiación puede actuar directamente sobre ellas (Gráfico 7.13).

Gráfico 7.13. Acción directa e indirecta de la radiación ionizante sobre el ADN
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Texto

En el caso del ADN, los daños generados son:

  1. Cambio o pérdida de una base nitrogenada.
  2. Ruptura de puentes de hidrógeno entre las dos cadenas.
  3. Ruptura de enlaces covalentes dentro de cada cadena en una o ambas cadenas.
  4. Ruptura de cadenas y formación de uniones covalentes entre los productos de ruptura.

Algunos de estos cambios pueden ser reparados por la maquinaria celular, mientras que otros no, quedando alterada así la información genética de la célula. El ADN en estos casos ha sufrido una mutación. El daño final o resultante dependerá de qué cambio haya quedado en el ADN y en qué tipo de células haya ocurrido. Por ejemplo, en un embrión, donde cada célula está comprometida en el destino de muchísimas más, el daño será importantísimo. En cambio, una lesión en el ADN de una célula de la piel de un adulto puede ser menos nociva en cuanto al compromiso de esa célula en la generación de otras. Pero el daño existe y la exposición a estas radiaciones puede provocar con el tiempo alteraciones celulares muy graves aun en el adulto, como es, por ejemplo, el cáncer de piel. Los tejidos más afectados por la radiación son los que muestran activa división celular, es decir, los que tienen su ADN en replicación, como los que forman los glóbulos rojos y los blancos.

En razón de estos mismos daños, la radiación se emplea para la destrucción de células enfermas en el tratamiento del cáncer por radioterapia. En estos casos, el tipo de radiación y su energía deben estar controlados estrictamente para atacar solo a las células cancerosas, que tienen un ritmo de división mucho mayor que el de otras células.

Actividades

Texto
  1. Luego de mirar el video, realice una lista de todas las actividades que aparecen allí y que son consideradas dañinas para la salud. ¿Cómo corregiría estos hábitos dañinos? ¿Qué aspectos positivos se pueden rescatar?
    E
    Audiovisual
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    Para completar la descripción histórica de la radiactividad natural y artificial, le recomendamos el siguiente video.

    <https://www.youtube.com/watch?v=l9xWvmApkkM> [Consulta: 8 de agosto 2017].

  2. Explique qué tipo de emisión se esperaría de un elemento con número atómico 100. ¿Cómo se lograría bajar simultáneamente el número de protones y de neutrones? Justifique su respuesta. ¿Qué esperaría para los núcleos con una relación de protones a neutrones por debajo de la zona de estabilidad?
  3.  

  4. Plantee la ecuación nuclear que describe la desintegración del 238U a 206Pb; para ello, utilice la bibliografía. ¿Cuál es el isótopo más abundante del plomo y por qué se puede usar al isótopo de número másico 206 para el fechado de rocas?
  5.  

    1. Para ejemplificar con valores numéricos las energías liberadas por cambios en la masa, establezca una comparación entre el valor que acompaña a la combustión de 1 mol de metano, CH4, con un cambio en la masa de 9,9 x 10-9 gramos, y el que acompaña a la desintegración de 1 mol de 238U con emisión alfa y que implica un cambio de masa de 4,6 x 10-3 gramos.
    2. La masa del núcleo del átomo de helio con número másico 4 es de 4,0015 uma. Compare este valor con el resultado de sumar las masas de los dos protones y los dos neutrones que lo forman, utilizando los datos presentados en la Tabla 2.1.

     

    Tabla 2.1. Propiedades de las partículas subatómicas

    Partícula

    Masa (uma)

    Carga*

    Posición

    Protón

    1,0073

    Positiva (+1)

    Núcleo atómico

    Neutrón

    1,0087

    Nula (0)

    Núcleo atómico

    Electrón

    1/1836

    Negativa (-1)

    Alrededor del núcleo

    * Tomamos como unidad de carga la carga del protón.
  6.  

  7. Se estima que en un segundo 657 millones de toneladas de hidrógeno se transforman en 653 millones de toneladas de helio. ¿Cuánta energía se libera como consecuencia de la pérdida de masa?
  8.  

    1. Complete las siguientes ecuaciones:
      • \(^{194}Os \to \text{ }..... +\text{ } e.\)
      • \(^{238}Pu \to \text{ }..... +\text{ } He\)
      • \(^{88}Nb \to \text{ }..... +\text{ } e\)
      • \(^{238}U \to \text{ }..... +\text{ } ^{234}Th\)
      • \(..... \to \text{ } ^{239}Th +\text{ } 1e\)

    2. Enuncie qué tipo de emisión se espera de los siguientes isótopos.
      • \(^{66}_{32}Ge\)
      • \(^{137}I\)
      • \(^{56}Fe\)
      • \(^{36}Cl\)

    3. Calcule el cambio de energía para la desintegración de radio:
    4. \(^{226}Ra \to \text{ }^{222}Rn +\text{ } ^4He,\)

      sabiendo que las masas son:

      \(m^{226} Ra = 225,977 ; m^{222} Rn = 221,970 ; m^4 He = 4,006 \)


  9. Después de analizar el siguiente video, indique la utilidad de hacer más lenta una reacción en cadena.

  10. Explique por qué los rayos gamma se utilizan para esterilizar jeringas descartables.