Desde un punto de vista meramente técnico, la diferencia entre las imágenes analógicas y las imágenes digitales, es que estas últimas son, nada más ni nada menos, que un conjunto de píxeles ordenados por filas y columnas; en definitiva, una matriz de píxeles.
Cada imagen posee una cantidad de píxeles determinada por su ancho y alto. Así, por ejemplo, una imagen de 1280 píxeles de largo por 1024 de alto tendría en total 1.310.720 píxeles, o sea 1.3 Megapíxeles de resolución.
Además, en algunos formatos de imagen, cada píxel
tiene lo que se denomina una “profundidad de color”;
tratándose esto del número de bits que se utilizan para
codificar el color de un píxel. Si se tiene 4 bits de profundidad
de color, se pueden tener 16 colores, con 8
bits se pueden tener 256 colores diferentes (la escala
de grises por ejemplo).
Los formatos de imagen cambian sus características de
profundidad de tal manera que pueden ser más o menos
precisos con la representación y el color. A continuación,
se observan algunas de las características que
tienen ciertos formatos soportados por Processing:
Como se observa en la tabla anterior, algunos formatos tienen transparencia, y también diferentes profundidades.
De esta simple explicación se puede derivar, por ejemplo, la idea de compresión de la imagen, debido a que una imagen en
formato de menor profundidad de color, será representada de forma diferente que con un formato de mayor profundidad.
Debido a que se trata de un conjunto de píxeles, la imagen digital puede ser descompuesta para manipular cada uno
o un conjunto de estos, y así cambiar sus características fundamentales de estructura o composición, o procesarlas de
tal manera que se conviertan en imágenes totalmente nuevas. Esto es posible de realizar mediante técnicas y algoritmos
que serán revisados en esta unidad.
Desde un punto de vista más pictórico, una imagen es una reproducción de la forma y contenido de un objeto. Como
una reproducción, se puede asociar a la imagen las nociones de representación, interpretación, duplicación y toma de
muestras. Debido a su naturaleza representacional, las imágenes son asociadas con los objetos que representan, y por
lo tanto, una alteración de sus elementos puede afectar las emociones del espectador o transmitir mensajes indirectos.
Por lo tanto, la yuxtaposición de imágenes, el collage, superposición, filtrado y otras operaciones relacionadas con la
imagen, pueden ser usadas para mover los límites de interpretación de una imagen.
Revisar la manipulación de estas características y aprender algunos algoritmos básicos de procesamiento, utilizando
el lenguaje de programación Processing, es el objetivo de esta unidad.