Una señal analógica es continua, es decir que contiene infinitos valores. Cuando
se muestrea una señal continua se la está convirtiendo en una señal discreta
la cual contiene una cantidad finita de valores posibles. Si bien ambos tipos de
señales comparten las mismas cualidades, estas no se comportan ni física ni
matemáticamente de la misma manera. Es por eso que para su estudio se emplean
las matemáticas discretas.
Para digitalizar una señal continua es necesario especificar ciertos parámetros
que son empleados por el ADC para representar digitalmente una señal. Los dos
parámetros principales son la frecuencia de muestreo y la resolución en bits. La
frecuencia de muestreo define hasta qué frecuencia (espectralmente hablando) es
posible representar, mientras que la resolución en bits define el rango dinámico y
la calidad de la señal muestreada. Estas variables pueden generar distintos tipos
de errores que se subsanan de diversas maneras como se verá a continuación.