3.1. Introducción

Existen muchas definiciones del timbre de un sonido. Una de ellas, muy difundida, corresponde al apartado de Acústica de la American Standards Asociation:

[…] timbre es el atributo de la sensación auditiva en términos del cual un oyente puede juzgar que dos sonidos similares, con igual sonoridad y altura tonal, son diferentes. (AASA, 1960, traducción de Gustavo Basso).


Esta definición ha sido sumamente criticada por su vaguedad y carácter negativo: define lo que el timbre no es y no lo que es.

Diversos investigadores estudiaron el timbre con distintos propósitos. Por ejemplo, Albert Bregman (1994) lo hizo con el fin de determinar su función en el análisis de la escena sonora; Risset y Wessel (1999) a los efectos de verificar la eficacia de métodos digitales de síntesis en la simulación de instrumentos acústicos; y Marco Stroppa (1983) para analizar la función del timbre en la composición musical.

Albert Bregman (1994) opina que, ante la dificultad de definir con precisión el concepto de timbre, tal vez se lo deba dejar de lado y estudiar un grupo de rasgos o indicadores que suelen asociarse a este, como por ejemplo, el brillo u opacidad espectral, la cualidad espectral o el tipo de comienzo del sonido. Basso (2006) agrega que el timbre es un rasgo multidimensional, ya que no es posible ordenar los sonidos de menor a mayor en una sola dimensión tímbrica. Asimismo, este autor destaca que confinar el concepto de timbre a los sonidos individuales trae aun mayores dificultades en su definición, y que sería más adecuado extender su estudio a “objetos sonoros” que abarquen secuencias de distintos sonidos que conforman una unidad perceptiva, tales como los de un tren en marcha, el ruido de la lluvia sobre un techo, etcétera.

En esta unidad se tratarán únicamente las características del timbre de sonidos individuales. Sin embargo, algunas de ellas son fácilmente trasladables al análisis de “objetos” o “eventos” sonoros de carácter más general. Dichas características se han determinado con base en las referencias que se citan, intentando unificar y ordenar varios estudios y criterios presentes en aquellas.

Las características, o rasgos del timbre de sonidos individuales, se pueden agrupar
en las siguientes categorías:

Relacionadas con el espectro.
Relacionadas con la cualidad de superficie.
Relacionadas con la envolvente dinámica.
Relacionadas con la cualidad espacial, o espacialidad.

Antes de tratarlas en detalle, se debe aclarar que cada una de estas características puede presentarse de manera invariante o cambiante. En general, los sonidos con características invariantes solo pueden producirse con medios electrónicos, mientras que los producidos por fuentes acústicas de la naturaleza o de instrumentos mecánicos tienen características cambiantes.

 

También es muy común que en un mismo sonido convivan, en diferentes proporciones, distintas características. Por ejemplo, si bien los sonidos normales de los instrumentos tradicionales tienen un espectro de tipo armónico, también suelen incluir una porción de ruido, sobre todo en su comienzo.

En resumen, cada una de las características que se tratarán se puede presentar en un determinado sonido de manera:

a. Estática o variable: una característica se mantiene o cambia en el transcurso del sonido, transformándose en otra.

b. Única o múltiple: un sonido posee una única característica o bien regiones en las que se manifiestan simultáneamente dos o más características distintas.