Existen muchas definiciones del timbre de un sonido. Una de ellas, muy difundida, corresponde al apartado de Acústica de la American Standards Asociation:
[…] timbre es el atributo de la sensación auditiva en términos del cual un oyente puede juzgar que dos sonidos similares, con igual sonoridad y altura tonal, son diferentes. (AASA, 1960, traducción de Gustavo Basso).
Esta definición ha sido sumamente criticada por su vaguedad y carácter negativo:
define lo que el timbre no es y no lo que es.
Diversos investigadores estudiaron el timbre con distintos propósitos. Por ejemplo,
Albert Bregman (1994) lo hizo con el fin de determinar su función en el
análisis de la escena sonora; Risset y Wessel (1999) a los efectos de verificar
la eficacia de métodos digitales de síntesis en la simulación de instrumentos
acústicos; y Marco Stroppa (1983) para analizar la función del timbre en la composición
musical.
Albert Bregman (1994) opina que, ante la dificultad de definir con precisión el
concepto de timbre, tal vez se lo deba dejar de lado y estudiar un grupo de rasgos
o indicadores que suelen asociarse a este, como por ejemplo, el brillo u opacidad
espectral, la cualidad espectral o el tipo de comienzo del sonido. Basso (2006) agrega que el timbre es un rasgo multidimensional, ya que no es posible ordenar
los sonidos de menor a mayor en una sola dimensión tímbrica. Asimismo, este
autor destaca que confinar el concepto de timbre a los sonidos individuales trae
aun mayores dificultades en su definición, y que sería más adecuado extender su
estudio a “objetos sonoros” que abarquen secuencias de distintos sonidos que
conforman una unidad perceptiva, tales como los de un tren en marcha, el ruido
de la lluvia sobre un techo, etcétera.
En esta unidad se tratarán únicamente las características del timbre de sonidos
individuales. Sin embargo, algunas de ellas son fácilmente trasladables al análisis
de “objetos” o “eventos” sonoros de carácter más general. Dichas características
se han determinado con base en las referencias que se citan, intentando
unificar y ordenar varios estudios y criterios presentes en aquellas.
Las características, o rasgos del timbre de sonidos individuales, se pueden agrupar
en las siguientes categorías:
Antes de tratarlas en detalle, se debe aclarar que cada una de estas características puede presentarse de manera invariante o cambiante. En general, los sonidos con características invariantes solo pueden producirse con medios electrónicos, mientras que los producidos por fuentes acústicas de la naturaleza o de instrumentos mecánicos tienen características cambiantes.
También es muy común que en un mismo sonido convivan, en diferentes proporciones,
distintas características. Por ejemplo, si bien los sonidos normales de los
instrumentos tradicionales tienen un espectro de tipo armónico, también suelen
incluir una porción de ruido, sobre todo en su comienzo.
En resumen, cada una de las características que se tratarán se puede presentar
en un determinado sonido de manera:
a. Estática o variable: una característica se mantiene o cambia en el transcurso
del sonido, transformándose en otra.
b. Única o múltiple: un sonido posee una única característica o bien regiones en
las que se manifiestan simultáneamente dos o más características distintas.