El envío de datos en una red de computadoras se establece a partir de un método denominado “conmutación de
paquetes”. Y una técnica para encaminar los paquetes –utilizada por la red Internet– es la de los datagramas.
Mediante los datagramas, cada paquete lleva una parte de la información a transmitir y la dirección de destino. Por
otra parte, cada paquete puede viajar por rutas diferentes, e incluso llegar a destino en un orden distinto en el que
fue transmitido.
Dos de los protocolos de transporte de datos que se emplean son TCP (Transmission Control Protocol) y UDP (User Data
Protocol). El primero garantiza que todos los datos lleguen sin errores y que la información se reconstruya en el orden
correcto. UDP, en cambio, no ofrece garantías de orden ni de recepción.
Por otra parte, un “puerto”, en términos de redes de
computación, es la interfaz a través de la cual se envían
y se reciben los datos, y se identifica con un número
entre 1 y 65535.
Algunos servicios de las computadoras utilizan un
puerto específico. Por ejemplo, el puerto 80 es reservado
para HTTP, y el puerto 25 para el envío de correo
electrónico.
Los dispositivos conectados a una red se identifican con una etiqueta numérica, denominada “dirección IP”. La dirección
IP puede ser fija (el dispositivo siempre se identifica del mismo modo, como es el caso de un servidor que
muestra una página web) o dinámica, en cuyo caso las direcciones se asignan automáticamente de acuerdo con el
momento y la cantidad de computadoras o dispositivos que se conectan a una red.
A su vez, existen las IP públicas y las privadas. La dirección IP pública es la que tiene asignada cualquier equipo que
se conecta directamente a Internet, como los servidores que alojan páginas web y los routers o modems conectados
a proveedores de Internet. La dirección IP privada es la que identifica a los equipos de una red doméstica o privada.
Para intercambiar información entre dispositivos deberemos, entonces, elegir un protocolo de transporte de datos
(TCP o UDP), un puerto y conocer el nombre de red o la dirección IP del dispositivo con el cual nos vamos a conectar.
En relación con el protocolo, si se trata de dos computadoras conectadas a través de Internet, lo más aconsejable es
elegir TCP. La opción restante resulta útil en una red segura, la cual se establece uniendo a las máquinas a través de
cables, o mediante un router, como los que se emplean en redes domiciliarias u oficinas para conectar varias computadoras
a Internet.
Para la elección del puerto de comunicación es importante tener en cuenta que no se encuentre actualmente en uso. Si
utilizamos el sistema operativo Windows sabremos qué puertos ya están siendo ocupados leyendo el archivo “services”,
ubicado en el directorio “c:/windows/system32/drivers/etc/”. En los sistemas basados en Unix, podemos escribir en la
terminal el comando ifconfig, y en MacOS podemos averiguarlo en Preferencias del sistema-Compartir-Firewall.
Como regla general, podemos establecer que el número de puerto deberá ser mayor a 1024, cualquiera sea el sistema
operativo instalado en nuestra computadora.
Para conocer nuestra IP pública podemos ingresar al sitio en español <http://www.vermiip.es/> o al sitio en inglés <http://www.ip-adress.com/>. Para conocer la IP privada, en cambio, podemos realizar lo mismo que para conocer los
puertos en uso, para los sistemas Windows y Unix, y en MacOS en Preferencias del sistema-Red-Configurar-TCP/IP.
A fin de ampliar la información sobre redes de computadoras realice consultas en Wikipedia sobre los siguientes temas: “Redes de computadoras”, “router”, “TCP”, “UDP” y “dirección IP” <(http://es.wikipedia.org)>. Si tiene dudas sobre el modo de acceder a su dirección IP, utilice el navegador